El derribo de Garellano.

Tal y como estaba previsto, ayer comenzaron las obras para el derribo de Garellano tras concluir la semana pasada la mudanza de policías y bomberos a Miribilla. Antes de dejar paso a las excavadoras, los operarios han comenzado a retirar puertas, ventanas, tejados y luminarias, con el objetivo de desmontará los viejos cuarteles que hace 84 años se pusieron en pie. El objetivo es recuperar todos los elementos aprovechables, incluidos 10.000 metros cúbicos de materiales inertes que se utilizarán para los rellenos de la futura urbanización de viviendas. La parcela, de 58.000 metros cuadrados, quedará libre en tres meses y medio, descubriendo una nueva perspectiva de una de las pocas zonas de expansión de Bilbao.