Foto:Luis Calabor
Ocho personas tuvieron que ser atendidas anoche por
inhalación de humo en Bilbao, tras incendiarse una vivienda de la calle
General Eguía. El afectado cuyo estado revestía más gravedad era el
ocupante del domicilio siniestrado, un hombre de edad avanzada que tuvo
que ser trasladado por la DYA al hospital de Basurto, informó un
portavoz del Departamento de Interior. Según esta fuente, otras siete
personas fueron atendidas también con síntomas de intoxicación. La
entidad asistencial notificó el traslado de tres de ellas, además del
mencionado: dos a Cruces y el tercero a Basurto. Al cierre de esta
edición se desconocía el estado de todos ellos.
El fuego se desató en torno a las 22.30 horas en el
número 27 de General Eguía, cerca de la intersección con María Díaz de
Haro. Al parecer, el incendio se originó en una habitación en la mano
izquierda del quinto piso. El primero en acceder a la vivienda fue uno
de los residentes, José Luis Sánchez, quien explicó a EL CORREO que, al
percatarse de las llamas, mandó a su familia salir de casa, cerró las
ventanas y se dirigió al domicilio incendiado. Al llegar, observó que la
puerta estaba abierta y entró. En un dormitorio, tendido sobre la cama,
encontró a su vecino y le sacó a la escalera.
Las llamas alcanzaron pronto el sexto piso, obligando a
Ertzaintza, Policía Municipal y Bomberos a desalojar las viviendas
superiores del inmueble. Durante el incendio, varios fragmentos de
cornisa se desplomaron a la vía, que fue acordonada hasta la calle José
María Escuza. Mientras, los intoxicados -entre ellos el vecino que sacó
al inquilino de la vivienda afectada- eran atendidos en primera
instancia en las inmediaciones, antes de decidir la evacuación en
ambulancia de quienes lo precisaran.
El fuego quedó controlado a las 23.30 horas, y se
iniciaron las tareas de ventilación. El inmueble tiene estructura de
hormigón y no presentaba graves daños, por lo que se autorizó
progresivamente a las familias para que regresaran a sus hogares a
medida que éstos fueron quedando libres de humo.
elcorreo.com
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